Que hacer si quieres emprender, pero aún tienes miedo

¡Quiero emprender! Me contaba mi amigo Roberto, “pero tengo un miedo horrible, y si me quiebro, y si me equivoco, y si hago el ridículo, y si no soy capaz y me toca volver a conseguir empleo”.

¡Ay ya Roberto! Le comenté y ¿Qué tal si te va bien?, ¿Si puedes vivir de los que te apasiona, de lo que realmente de hace sentir vivo?, ¿Y qué tal si te equivocas y vuelves a iniciar?, no es normal que a la primera nos salga bien todo, puede que sí y también puede que no, todo es un proceso arduo y ya verás, te quiero contextualizar:

El emprendimiento es empezar, iniciar y crear cimientos.

Mas que un concepto, es: una actitud, una visión, una estrategia para movilizarte a cambiar tu estado actual a comenzar a dar esos primeros pasos para alcanzar ese gran sueño.

Y Roberto me preguntaba: ¿Piensas que los emprendedores nacen o se pueden formar? Ambas opciones son válidas.

Los emprendedores nacen en múltiples ocasiones de situaciones precarias, en donde se visualiza convertir esta situación de: pobreza, carencia, necesidad, en una situación victoriosa, en donde se ven oportunidades en las crisis. Sobresaliendo en estas situaciones incomodas, el espíritu emprendedor de forma natural, para darle vida a las ideas, a soñar lo inimaginable, a cumplir lo imposible.

Este tipo de emprendedores son fruto del entorno, del lugar donde se desenvolvieron y de las circunstancias en general, que ha creado una perspectiva totalmente positiva. Todo el tiempo aquellos emprendedores, piensan en: ganar, inventar, innovar, ofrecer soluciones y de siempre sentir gratitud aun si el resultado no saliera como se esperaba.

De esos grandes dolores, se crean grandes ideas, corporaciones, emporios, y ahí es donde esta la magia de tener ese gran sueño, visualizarlo, obsesionarte con el día y noche, tenerlo presente en tus pensamientos como si ya estuviera hecho y hacer todo lo necesario para cumplirlo. No hay opción de perder, o renunciar, o bueno si existe una renuncia; pero una renuncia a esa situación precaria, de dolor de sufrimiento.

Es dar ese gran salto de fé y por eso ese emprendedor innato que nace con ese espíritu de resiliencia, perseverancia, no se vence y la única opción ganar y hacer que funcione.

La idea de negocio debe funcionar tan bien que se convierta en irresistible para contagiar a otros de esa gran pasión y cuando hablamos de otros, empiezo por el equipo de trabajo, ellos son los que debe estar convencidos como tú, que va a funcionar SI o SI, no hay opción de retroceder, si de mejorar y es ahí es donde resalta tu liderazgo, tu capacidad para que otros sigan tu idea que hoy es una semilla y aunque sea una semilla, puede dar grandes frutos y convertirse un gran potencial como proyecto y realización de vida.

De la mano del equipo de trabajo, van tus clientes, deben ir aumentando ambos, y en lo posible aumentar más tus clientes, para tener una buena relación costo-beneficio; en la medida que logres contagiar a otros de esa gran idea, podrás ir creando tu empresa.

El ser emprendedor en algunas ocasiones es algo innato, en ocasiones ni siquiera los grandes emprendedores han estudiado una carrera, es algo que se lleva en la sangre, esa forma de comunicar, de vender, se aprende de la vida, del día a día, con esto no quiero afirmar que el emprendedor no se debe formar, todo lo contrario, debes tener habilidades de observación, comunicación, expresión, ventas, si no las tienes las debes desarrollar, ensayar, insistir y persistir hasta obtenerlas.

Ahora te hablo de mí, lo que tenemos los emprendedores, es esa chispa, esas ganas de salir
de la zona de confort, de no conformarnos con lo común, si, estar agradecido por todo lo que hemos construido y ganado, pero siempre mirando hacia el futuro y como sacar nuevas versiones, nuevas formas de hacer las cosas con el fin de generar esas nuevas mejoras.

El emprendedor también se hace, se puede formar, hay formaciones, cursos, acompañamientos, en donde se puede inspirar, acompañar y aconsejar en descubrir tus talentos, para ponerlos al servicio, de tu gran ideal, todos tenemos grandes habilidades que nos hacen únicos, por eso el punto de partida, será conocer tus fortalezas y debilidades, debes estar en la capacidad de hacer un análisis DOFA personal y conocer que habilidades debes desarrollar para convertirte en ese empresario que deseas llegar a SER.