Es necesario frustrarnos como parte del proceso, pero no quedarnos allí para siempre.

Por: Eloisa Arcos Zuluaga

La frustración es el resultado que ocurre cuando nuestros planes no salen como los esperamos, experimentamos sentimientos de tristeza, decepción, irritabilidad, depresión y culpabilidad.

“Me siento triste, decepcionada, irritable”- me contaba Juana Velez:

“Me da una impotencia y rabia sentir que me falle a mi misma una vez más”,

“Sentir que mi mente me hizo una mala jugada”,

¿Por qué dices eso? – Le pregunte, un poco desconcertada.

Porque tenía todo el escenario planeado y listo para ganar, tenía preparado todo, no se me escapo ningún detalle, es como cuando tú organizas una fiesta: la comida, la decoración del salón, escoges el vestuario para lucir ese día, tienes hasta el último detalle cronometrado.

Pero, al llegar y ser la homenajeada, tienes que salir a saludar a los invitados, y ahí, ¡pluff!; te vas para atrás, tu mente se bloquea, te pones nerviosa, tiembla tu voz, sudas y piensas:

“Esta fiesta no es para mí, este proyecto o este logro no es para mí; Todo va a salir mal, no me lo merezco, nadie me va a comprar, mi idea no es lo suficientemente buena, ni novedosa” ….

Sales corriendo de allí, inconscientemente, porque físicamente sigues allí, pero ausente, asustada, distraída, estas en otro lugar, en el valle de la muerte, y por más que quieras decir algo te bloqueas, echas todo a perder y aparece el síndrome del impostor.

Antes de iniciar todo, yo pensaba, Soy Juana, la heroína, la mujer maravilla, soy la “Súper women”, me imagino haciendo ¡Cosas woow¡, pero cuando llega el día, estoy ahí parada, en la reunión, exposición, en esa situación; mi mente piensa: “Me voy a enredar, voy a decir cosas incoherentes” y adivina que: tal cual, así sucede, mi mente responde a esos pensamientos bloqueantes y eso es lo que resulta un verdadero desastre.

Yo le dije, claro: Tu mente es la máquina más poderosa si ingresas pensamientos negativos como insumo inicial, tus acciones serán el resultado de esos pensamientos procesados, y te bloquean ocasionando esos desastres.

¿Entonces cuál será la mejor forma para eliminar el síndrome del impostor?, me pregunto Juana.

Definamos que es el síndrome del impostor: Es sentirte incompetente, a pesar de que eres totalmente capacitada y tienes el talento para lograr dichos objetivos.

Mira Juana, asenté con mi cabeza: Te cuento que yo también he sentido esa frustración, ese sentimiento y en algunas ocasiones he sentido ese síndrome del impostor, también me ha pasado estos pensamientos limitantes, que me bloquean y me impiden salir victoriosa de esa situación, por eso, te dejaré algunos tipos que yo he utilizado para eliminar mis creencias limitantes y bloqueantes y son las siguientes:

1. Minimiza el problema: Ve el problema como una foto, como ese pensamiento que te llega, lo ves, lo reconoces, lo tomas en tu mano, lo vuelves muy pequeño y te imaginas desechándolo, botándolo tu misma a la basura y ¿Cómo es eso posible? Me pregunta Juana, pues cambiándolo, reemplazándolo por uno positivo, por uno que, si quieres atraer y potencializar, es como la versión positiva de esa frase o ese pensamiento limitante. Dale Ctrl+X (Cortar o eliminar) y reemplázalo por el Nuevo pensamiento creativo y accionable

2. Piensa racionalmente: Descarga en tu mente, tal como descargas un archivo que te envían al correo electrónico, bájalo del hemisferio racional-el izquierdo y haz una lista de tus logros por escrito y tenlos visibles con imágenes reales, que sustente que eres una gran persona, mujer, que eres capaz de lograr lo que te propones.

3. Hábitos saludables: Crea hábitos que te permitan liberar tu estrés, que te permitan eliminar esas cargas del día a día, ejemplo: hacer ejercicio, pintar, leer, viajar, hacer una manualidad, escribir, todo lo que te funcione para eliminar una emoción negativa, una mala situación, que te permita aquel resultado que te frustro.

4. Visualización y acción: Utiliza el poder de la visualización y un plan de acción, hazle creer a tu mente que ya está cumplido, que ya es real, que ya es un hecho, que ya lo estás celebrando, haz que en tu mente ya sea una imagen nítida y verdadera, que sientes el control de la situación, que no tienes un plan B, que tu único plan es hacer realidad tu sueño, sin importar el tiempo que lleves para lograrlo.

5. Somos seres humanos en constante aprendizaje: Si es tu primera vez en algo, o la segunda vez con un resultado frustrante, míralo como una nueva aventura, considéralo como una gran oportunidad de aprendizaje, y al ser tu nueva primera vez, tal vez el resultado no va a ser el mejor, así que baja tus expectativas, espera el resultado mínimo, lo básico, finalmente, es tu plan, tú eres el único, a quien le debes rendir cuentas; disfruta el proceso y cualquier resultado obtenido, tómalo como un gran aprendizaje para pulirte a la tercera, cuarta,decima vez, las veces necesarias para volverte un maestro, al fin y al cabo somos el resultado de lo que hacemos repetidamente, así que si quieres obtener resultados asombrosos, práctica una y otra vez buscando aprender cada vez nuevas habilidades tal vez buscando ayuda y apoyo de mentores que ya hayan recorrido el camino que intentas hacer y valorándote cada vez como una gran persona y ser humano imperfecto en búsqueda de obtener lo mejor.

Práctica, observa, decreta todos tus pensamientos y acciones.

Después de Dios, la persona que debes considerar más importante eres tú, que todo lo que hagas a partir de hoy, este orientado para sentirte más feliz, más plena, ya que el propósito de Dios es que sirvas con tus talentos y habilidades a otras personas que te necesitan, y que seas feliz en cada proyecto que emprendas, que cada pequeña acción sume a esa gran meta quieres llegar a SER.

“Tus acciones, reflejan tu esencia, lo que eres y quieres llegar a SER”, no importa, si esta vez, es tu tercer o décimo intento, lo importante es que esa frustración te impulse a pensar de una forma que no tenías contemplada, a prepararte y hacerlo de una forma diferente.

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